Puedes poner rumbo a la remota Islandia, donde la aurora no es la única maravilla natural; al contrario, aquí hay un poco de todo, como cascadas, glaciares, playas negras y kilómetros de carretera que recorrer en medio de la nada. También puedes quedarte en tierra firme, pero tu brújula debe apuntar al norte, de lo contrario la dama de la noche no aparecerá. Lo mismo ocurre en Noruega, donde la magia de la aurora bailando sobre las islas Lofoten serán un espectáculo para nuestra retina. Y prepárate para el frío: en nuestros itinerarios a la Laponia donde las temperaturas pueden bajar hasta los 30 grados bajo cero, y el sol sale y se pone en una hora en invierno. ¿Te imaginas ver las auroras danzando en el cielo sobre un paisaje blanco y nevado? Es emocionante solo de pensarlo.
